Buenos Aires | Yendo a mi estudio, veo un auto en cuyo capot alguien escribió rayando con una llave y en letras enormes: APAGA LA ALARMA. (El medio es el mensaje).

Buenos Aires | El sueño más corto de mi vida: escucho gritar mi nombre y eso me despierta.

Buenos Aires | Yendo a la estación de buses de Retiro, miro el majestuoso perfil del edificio Kavagnah, rodeado de basura que gira impulsada por un fuerte viento nocturno de tormenta de verano.

Buenos Aires | Novedades en mi bandeja de entrada: Olia Lialina embarazada, crear un Dorkbot en Buenos Aires, participar en una feria en Sudafrica y cosas por el estilo.

Buenos Aires | Recuerdo un video orientativo que vi de niño en mi primer viaje en avión en el que se decía que las balsas salvavidas tenían repelente contra tiburones. (Lo que logró que el viajar en avión me diera miedo a ser devorado antes que a estrellarme).

Buenos Aires | Al retirar mis gafas de lectura me pregunto, ya que no hay todavía anteojos electrónicos, por qué no los habrá mecánicos, como los de Ichabod Crane en Sleepy Hollow.

Buenos Aires | Me doy cuenta de que si les enseño a hablar alemán a mis robots, teniendo en cuenta que usan el sonido de mi voz, me escucharé hablar sin haber aprendido ese idioma. (Preparando el proyecto IP Poetry para Frankfurt)

Buenos Aires | Voy a encargar un sello y recuerdo aquella vez durante la dictadura, que me pidieron falsificar un sello en un pasaporte y que para no ser delatados, lo solucionamos encargando 3 sellos diferentes que al ser luego cortados y pegados los fragmentos correctos, lográramos el de la policía federal.

Buenos Aires | Desempolvo la maleta que llenaré mayoritariamente con cables, baterías, cámaras y todo el abrigo que encuentre en mi guardarropas. (Del calor porteño a la nieve de Madrid).

Buenos Aires | Escucho contar una historia sobre mí de niño, en Chascomús, subido a un pony y diciendo ¡adiós Pepe! y lo único que me llama la atención es enterarme de haber estado alguna vez en Chascomús.

Buenos Aires | Retiro el sello y al llegar a casa me doy cuenta de que hay una palabra que sobra, y nuevamente, como hace años, recurro a un cuter para corregirlo pero descubro que el progreso me ha jugado una mala pasada: cortar este polímero es mucho más difícil que cortar goma.

Buenos Aires-Madrid | Mientras una azafata me sirve la cena, otra se le acerca y le susurra al oído: “¿No está sonando la alarma? ¡La puerta de emergencia está abierta!”. Esta gira la cabeza hacia la cabina y le contesta: “No. No está sonando” y continúa empujando el carro y recitando su mantra: “¿Pollo o pasta? ¿Pollo o pasta?...”

Madrid | Mientras camino por Barajas pienso que en un laberinto, no todos los caminos conducen a la salida, pero sí que de cualquier punto tienes la posibilidad de salir.

Madrid | Aprovechando las rebajas comprando abrigo que compense pasar de los 38 grados de ayer en Buenos Aires a los 5 de hoy en Madrid.

Madrid | Los comisarios de Madrid Abierto nos pasean por la Castellana y Recoletos mientras comparo los diferentes grados de extranjería de los artistas participantes: argentino, vasco, catalán, canadiense, alemán, sueco…

Madrid | Tratando de que mis 15 minutos de exposición valgan la pena por los 10 mil kilómetros recorridos. (En la Casa Encendida, hablando sobre mi proyecto para Madrid Abierto).

Madrid | “Fanzinizar”: acto de desmontar un objeto, situación o sistema, darle un giro ideológico y volverlo a montar con los medios a tu alcance. (Proponiendo un neologismo en base a la obra de Iñaki Larrimbe).

Madrid | Mientras me compadezco de pasar casi la mitad de mi vida en hoteles, aprovecho para revisar el concepto de “hogar”: ¿el lugar donde tienes resuelto los problemas de alojamiento, salud, alimentación, afecto, conexión, almacenamiento, trabajo o reflexión?

Madrid | Con Cecilia en el café El Comercial, charlando sobre creer o no en que el arte pueda ser materialmente (y no simbólicamente) útil a la sociedad. (Ironía vs. ingenuidad en la conjunción entre arte y política).

Madrid | Teorema económico de ARCO: “El esfuerzo necesario para recorrer la feria filtrando las propuestas interesantes supone un gasto de energía mayor que la gratificación al encontrarlas”.