En el pueblo de las Sombras Perdidas, todos se preguntaban quién era el nuevo habitante de la tenebrosa mansión que estaba en la cima de la colina. Desde la mudanza de este extraño personaje, se escuchaban allí por las noches unos terribles aullidos. Además, se había visto un curioso pájaro merodeando el cielo nocturno, haciéndole sombra a la luna con sus alas desplegadas cuales rotos y oscuros paraguas destartalados. Algunos decían que se trataba de un extravagante millonario de dudosa reputación. Otros, que sería un extranjero venido de muy remotas tierras. Pero aquello que no pasaba de ser mera curiosidad, se tornó en alarmante duda cuando los habitantes del pueblo comenzaron a desaparecer uno tras otro. Esta duda se convirtió a su vez en pavor cuando Emilia, la hija del panadero reparó en un dato inaudito: cada vez que un vecino desaparecía, un nuevo pájaro negro aparecía revoloteando en el cielo nocturno.

VIAJE CUARTO: EL VAMPIRO